El Foro de Laicos celebró su Jornada de estudio y encuentro el pasado sábado 21 de noviembre. A la cita acudieron representantes de 37 movimientos o asociaciones de los 48 que conforman esta entidad.
Por motivos de la COVID 19, esta Jornada que habitualmente se desarrollaba en primavera, se trasladó a esta fecha y se realizó de forma virtual.
Era la primera convocatoria conjunta como Foro de Laicos tras el Congreso de Laicos “Pueblo de Dios en salida” de febrero pasado y también en este momento difícil de pandemia mundial. El recuerdo y la oración por los que han fallecido y por todos los que sufren las consecuencias de la pandemia, estuvieron presentes desde el comienzo.
D. Luis Manuel Romero, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Laicos, Familia y Vida, envió un saludo inicial recordando que la reciente Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española ha tenido muy presente el Congreso de Laicos y sus conclusiones.
Después de la bienvenida inicial se continuó con la ponencia central de la Jornada a cargo de D. Isaac Martín Delgado, delegado de Apostolado Seglar de la archidiócesis de Toledo y miembro de la Comisión ejecutiva del Congreso de Laicos. Su exposición fue iluminadora, ágil, vital y, en cierto sentido, provocadora. Partiendo de la actualidad de cuanto se vivió en el Congreso de Laicos, D. Isaac transmitió el gran desafío que hoy en día tienen los laicos en el mundo: ser presencia de Dios en una sociedad que le ha relegado a un segundo plano y hacerlo antes que nada con el testimonio.
Refiriéndose a la vocación laical, invitó a presentarla en positivo: “Dios nos quiere seglares”, acto seguido, afirmó que existe un déficit de formación en espiritualidad laical y, a menudo, el compromiso es bastante “soso”.
Recordando el Congreso de Laicos “Pueblo de Dios en salida”, se detuvo a dos de sus conclusiones: nos necesitamos unos a otros y no somos Iglesia para nosotros, sino para los demás.
Alentó a todos los participantes en la Jornada a, desde la oración, preguntar al Señor qué quiere de cada uno en este momento de la historia tan lleno de retos y desafíos, conscientes de ser transmisores de esperanza.
Con su exposición, D. Isaac incidió en la responsabilidad de todos en interiorizar y poner en práctica la gracia pentecostal vivida el pasado febrero en el “Pueblo de Dios en salida”, así como en la importancia de conocer la Guía de trabajo que marcará el post-Congreso.
Tras la ponencia, tres entidades compartieron su testimonio sobre cómo han vivido y viven estos meses de pandemia. CECO, Vida Ascendente y Scouts Católicos resaltaron con sus palabras la escucha en momentos de soledad, el compromiso solidario en el ámbito social y la responsabilidad compartida también por los más jóvenes. Se ha subrayado la importancia de las nuevas tecnologías, el valor del acompañamiento de las personas y de vivir de una forma más profunda la propia fe. Es un tiempo de gran creatividad para estar cerca de quien lo más necesite, en la esperanza de un futuro mejor.
En la reunión de trabajo posterior, se compartió lo que cada asociación o movimiento ha llevado a cabo en este período, acciones concretas, reflexiones sobre la base de una actitud de escucha y discernimiento. Un rico momento de comunión. Uno de los compromisos de esta Jornada fue preparar un documento conjunto con las aportaciones e iniciativas de todos que sirva para intensificar el compromiso de caminar juntos en sinodalidad.
Mons. Sergi Gordo Rodríguez, obispo auxiliar de Barcelona y responsable del Foro de Laicos, cerró la Jornada. En sus palabras, les estimuló a hacer cada uno “ese poco” que Dios le pide para juntos realizar cosas grandes.