Los días 24 y 25 de noviembre han tenido lugar en Madrid las Jornadas de Formación de Vida Ascendente, a las que acudieron animadores —nuevos y veteranos— y miembros de las Comisiones Diocesanas de diversos lugares de España.
Los participantes fueron llegando la tarde del martes 23 y pudieron celebrar la Santa Misa presidida por el Consiliario Nacional, quien, al hilo del Evangelio, destacó que también los achaques propios de nuestra condición de mayores —como el templo del que no quedará piedra sobre piedra—, son signos de la llegada del Reino de Dios porque apuntan a Cristo, nuestro Rey, que llevará a plenitud todas las cosas.
La mañana del día 24 comenzó con la oración de Laudes y el desayuno, y después del Saludo del Presidente y la presentación de los Asistentes, tuvieron la oportunidad de escuchar a D. Luis Manuel Romero, Director de la Comisión de Laicos, Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española, quien, desde su condición de secretario del Equipo Sinodal, les habló de la sinodalidad de la Iglesia, de los preparativos del próximo sínodo y de la conexión de toda la reflexión que se está haciendo en la fase diocesana de preparación del Sínodo con el Postcongreso de Laicos, Pueblo de Dios en Salida, que se celebró en febrero de 2020. Resultó una conferencia muy esclarecedora, en la que se destacó la importancia de este momento histórico de la Iglesia, en el que la participación de todos en la comunión y la misión no será sólo una metodología de trabajo, sino un modo de ser Iglesia.
Tras el ángelus, Ángel García introdujo en el guión «Corazones Agradecidos», que ayudará a todos los grupos de Vida Ascendente a prepararse para Encuentro Internacional de Mayores, que tendrá lugar los días 26 de septiembre a 1 de octubre de 2022 desde Fátima a Santiago de Compostela y que tendrá, en uno de sus momentos centrales, cuatro talleres cuya temática serán precisamente los cuatro temas que se plantean en el guion: los Mayores transmisores de la fe en la familia, los Mayores agentes de nueva evangelización, los Mayores y la Pandemia de la Soledad, y los Mayores en Residencias, retos y oportunidades. De este modo, aun cuando muchos miembros de Vida Ascendente no puedan asistir al Encuentro, todos podrán participar de su temática.
Al final de la mañana, el Presidente Nacional, Álvaro Medina, dio un repaso a los acontecimientos vividos desde el Encuentro de Roma «La Riqueza de los Años», al que asistieron 70 personas de Vida Ascendente en España, hasta la actualidad, habida cuenta de la Pandemia, las dificultades pasadas por las Comunidades de Vida Ascendente, el reinicio de nuestras actividades, hasta llegar a la situación de «Vida Ascendente hoy», desde, con esperanza, afrontan el futuro con nuevas acciones: el programa en Radio María, el Boletín Digital y el Encuentro Internacional de Mayores. Todo esto, con la asistencia del Espíritu, revitalizará el Movimiento, lo difundirá en el ámbito de los Mayores y generará nuevas incorporaciones a Vida Ascendente.
Por la tarde, Mª Dolores Nuñez, Presidenta en funciones de Vida Ascendente de la Diócesis de Jaén, dio una conferencia-testimonio sobre «El Animador y el Grupo», uno de los temas que necesariamente siempre forma parte del programa de estas Jornadas. Tras ello hubo un trabajo por grupos y una puesta en común.
El día terminó con la celebración de la Eucaristía, en la que el Consiliario Nacional, el P. Nacho Figueroa, retomó la imagen de la Iglesia como una nave en la que cada cual tiene su función: unos reman, otros llevan el timón, otros —los mayores— señalan el rumbo por su conocimiento de las estrellas, otros echan las redes —misión ad extra— y otros hacen esas tareas ingratas, pero necesarias, de zurcir las velas, tapar los agujeros del casos o repasar que todo esté bien —tareas eclesiales ad intra—. Con el trabajo de todos, en comunión y sintonía, se logra que la nave surque los mares y, lo más importante, siga pescando nuevos miembros de la Iglesia.
La mañana del Jueves 25 comenzó con la Eucaristía con laudes y el plato fuerte de la mañana fue la conferencia sobre la Pastoral del Mayor que dirigió D. Miguel Garrigós, Director de la Subcomisión de Familia y defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española y quien, por tanto, coordina la tarea del equipo que está confeccionando el Documento de Orientaciones Pastorales que la pasada semana se presentó a la Plenaria de los Obispos y que, una vez hagan sus observaciones, verá la luz. Este documento servirá para que todas las diócesis tomen conciencia de la necesidad de la Pastoral de las Personas Mayores, pongan en marcha —si bien muchas diócesis lo están haciendo ya— delegaciones o secretariados de Pastoral del Mayor, y se visibilice la situación de tantos ancianos solos y abandonados y, al mismo tiempo, el potencial pastoral que los jubilados suponen para la Iglesia.
Tras un interesante debate, el presidente hizo una síntesis de lo vivido en estos días y, tras el almuerzo nos despedimos, llenos de ilusiones y esperanzas, para seguir trabajando cada quien en su lugar.